¿Como Afecta El Estres Al Apetito?

Escrito por Isabel Vasquez RD, LDN

¿Sabes esas situaciones cuando estás en reuniones consecutivas y no tienes hambre hasta que terminas con el trabajo? ¿O cuando te sientes super ansiosa acerca de la presentación que estás a punto de dar y no tienes apetito? ¿Y los tiempos cuando has estado lidiando con el estrés acumulado y te encuentras comiendo más de lo normal? Si algo de eso resuena contigo, no estás solo.

En los dos años desde que empezó la pandemia del coronavirus, según los informes, los niveles de estrés han aumentado. En enero del 2021, 41% de adultos reportaron síntomas de ansiedad y depresión comparado con el principio del 2019 cuando tasas reportadas fueron 11%. En adición a los estresores diarios de ser humano, junto con el estrés recien de la pandemia, también tenemos que considerar formas sistemáticas de opresión como racismo, sexismo, homofobia, transfobia, xenofobia, clasismo, y estigma del peso que resultan en estrés crónico o trauma. Todo esto puede impactar el apetito y los hábitos alimenticios. En este blog, exploraremos cuáles son esos efectos y algunas estrategias para manejar el estrés. 

El estrés tiene una cascada de efectos en nuestro cuerpo. Impacta a todos los sistemas del cuerpo incluyendo los sistemas musculoesquelético, respiratorio, cardiovascular, endocrino, gastrointestinal, nervioso, y reproductivo. Evolutivamente, el estrés ocurrió en respuesta a una amenaza como un depredador viniendo por nuestra vida y la cascada de efectos tenía como objetivo ayudarnos a luchar o huir en respuesta a la amenaza. Hoy en día, a menudo nuestros cuerpos están respondiendo a estresores crónicos y no a ese depredador. 

Entonces, ¿cómo afecta el estrés específicamente al apetito? Cuando estamos estresados, nuestras glándulas suprarrenales liberan epinefrina (también conocida como adrenalina). Esta hormona causa la supresión del apetito; ¡cuando estamos a punto de luchar o huir de un león, comer no es una prioridad! Para obtener la energía fácilmente, nuestros cuerpos liberan glucosa de almacenamiento temporal a la sangre. Si el estrés persiste, nuestros cuerpos liberan la hormona cortisol que aumenta el apetito. Nuestros cuerpos necesitan reponer la energía que usaron durante la respuesta inicial al estrés elevado. El estrés crónico puede causar niveles del cortisol elevados crónicamente y más alimentación relacionada al estrés. 

Cuando se trata de cuidar nuestros cuerpos, es importante notar cómo estas respuestas del estrés pueden estar presente para nosotros. Normalmente no nos damos cuenta cuando se secreta esa epinefrina porque nuestro cuerpo responde de manera tan eficiente que instintivamente tomamos acción para evitar la amenaza. Cuando se trata del estrés crónico y la liberación del cortisol, a menudo podemos estar conscientes de que está ocurriendo. Quizás sentimos tensión muscular, ritmo cardiaco o respiración rápida, o dolor de estómago. Notar esto puede requerir un poco de atención y sintonización con nuestros cuerpos. Esta práctica de sintonizar y notar las señales del cuerpo corre paralela a lo que practicamos con la alimentación intuitiva. Trabajamos para escuchar y honrar lo que nuestros cuerpos nos están diciendo. Trabajamos para honrar sus necesidades. Una de esas necesidades puede ser reducir su velocidad y manejar el estrés. 

De verdad puede ser muy desafiante salir del ciclo de estrés e iniciar que nuestro sistema nervioso parasimpático, que es responsable de la respuesta de descansar y digerir, entre en acción. Aquí hay algunas formas para controlar el estrés:

  • Observa cómo el estrés afecta de manera única a tu cuerpo y mente

  • Trabaja con psicología

  • Participa en actividad física que disfrutas

  • Medita o haz yoga suave

  • Crea una rutina de sueño para ayudarte a dormir suficiente

  • Toma tiempo para hacer algo que te encanta (aunque solo sea 10 minutos)

  • Construye un grupo social

Para la mayoría de nosotros, el estrés es una parte normal de la vida y absolutamente puede afectar nuestro apetito y hábitos alimenticios. Te invito a tomar tiempo para notar cómo el estrés se manifiesta para ti y que estas haciendo (o no haciendo) para controlarlo.

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