Desarrollando confianza con tu cuerpo

Escrito por Isabel Vasquez RD, LDN

Desarrollar una confianza mutua con tu cuerpo es un resultado natural de la alimentación intuitiva. A través de honrar al hambre y la llenura de tu cuerpo, tu cuerpo empezará a confiar en ti, para cargarlo adecuadamente, y aprenderás a confiar en tu cuerpo para decirte que se necesita y cuando. Mientras te pones más cómodo cargándote adecuadamente y dándote cuenta de las funciones que la comida te sirve, puedes explorar más a fondo tu imagen corporal. Ya que, un componente clave de la alimentación intuitiva es dejar el deseo de controlar el peso, trabajar hacia aceptar tu cuerpo a cualquier tamaño es una gran parte del proceso. Desarrollar confianza en tu cuerpo es una fuerza poderosa en tu progresión como un comedor intuitivo y puede ayudarte mucho a tener una imagen corporal más positiva. 

La cultura de la dieta nos ha dicho que nuestros cuerpos están mal. Nos ha enseñado que cada “imperfección” puede y debería estar arreglada. Nos venden cremas para eliminar cicatrices o estrías. Nos venden productos para perder peso. Nos dicen que necesitamos tener estómagos perfectamente tonificados y que los rollos de grasa no están permitidos. Entonces tiene perfecto sentido que muchos de nosotros hemos llegado a odiar nuestros propios cuerpos y albergar ira hacia ellos por tener estas “imperfecciones”! Pero considerando que tanto de nosotros tenemos estas “imperfecciones”, ¿cómo podrían estar equivocados? ¡Son naturales!

¿Y si ese odio e ira fuera redirigido lejos de tu cuerpo y en vez, hacia la cultura de la dieta? ¿Qué pasaría si tu cuerpo se convirtiera en tu mejor amigo y la cultura de la dieta en el enemigo en vez de al revés? ¿Qué pasaría si mirara a tu cuerpo con amor incondicional o por lo menos con aceptación? En lugar de tomar la palabra de la cultura de la dieta para lo que es correcto para tu cuerpo, ¿qué pasaría si comenzaras a honrar la sabiduría innata de tu cuerpo, protegiendo tu bienestar mental y físico? Piense en que ese cambio mental podría hacer para ti. Para la mayoría, ese cambio mental puede ser increíblemente poderoso!

La buena noticia es que este cambio mental es totalmente posible. Tu puedes ser el mejor defensor de tu cuerpo, y conectarte asi con tu cuerpo puede ser muy empoderador. Imaginate si cada vez que vieras un anuncio para una crema demonizando las estrías y (falsamente) diciendo que su producto podría resolver tus problemas, tu reacción fuera enviar amor a tus estrías y pensar, “Pssch, ¿crema para eliminar estas? Cuerpo, yo sé que la cultura de dieta quiere que yo quiera cambiarte, pero sé que no necesito cambiarte para que seas adorable. Puedo respetarte y aceptarte tal como eres.”

Tal vez sea más fácil comparar esto con una relación que tengas con otra persona. ¡Probablemente quieras que esa persona te apoye y te aprecie para quien eres! Si siguiera tomando la opinión de otra y presionandote, diciéndote que estás equivocado y que necesitas cambiar, eso probablemente no te sentaría bien. Tu cuerpo merece lo mismo. ¿Qué pasaría si pudieras apoyar a tu cuerpo contra los mensajes tóxicos de la cultura de dieta? ¿Qué pasaría si tu respuesta a los mensajes de la cultura de dieta fuera recordar que tu cuerpo no es defectuoso, y protegerlo de estos mensajes diciendo lo contrario?

Entonces, ¿cómo puedes hacer esto? Mirate como fomentando una relación saludable con tu cuerpo. Conocelo desde un lugar de curiosidad y no juicio. Intenta botar los mensajes que has recibido de la cultura de dieta sobre las partes de tu cuerpo que deberías cambiar. En lugar, intenta tratar estas características corporales como neutrales. Si esto se siente abrumador al principio, no te preocupes. Es normal sentirte abrumado al comenzar este trabajo considerando hasta qué punto la mayoría de nosotros hemos internalizado los mensajes de la cultura de dieta.

Para empezar, simplemente puedes dedicar unos minutos cada día a este experimento. Entonces, ¿esa celulitis? ¿Esos rollos de grasa? ¿Esas estrías? ¿Esas cicatrices? ¿Hiperpigmentación? Nos han enseñado que estos son malos, pero eso no es intrínsecamente cierto. Reconoce que eso es un juicio aprendido y no una verdad inherente. Intenta enviar algo de aceptación y quizás aun amor a esas partes de tu cuerpo. Mira lo que se siente. Una vez más, puede ser incómodo. Es posible que hayas adquirido el hábito de desviar la atención de estas partes de tu cuerpo, por lo que enfocar la atención en ellas puede provocar incomodidad. ¡Recuerda, practica esto con curiosidad y no con juicio! ¡A medida que esto se vuelve más cómodo y tu mentalidad empieza a cambiar, la aceptación de tu cuerpo y la neutralidad alrededor de tu cuerpo pueden convertirse en tu norma!

Además, aprende lo qué se siente bien para tu cuerpo y honrar eso en cualquiera manera que puedas. Presta atención a cómo los diferentes alimentos le hacen sentir a tu cuerpo. Presta atención en cómo diferentes tipos de movimiento o la falta de ello lo hacen sentir a tu cuerpo. Una vez más, repetiré, ¡curiosidad y no juicio! Es una exploración. No es necesario abordarlo desde un lugar de perfeccionismo. Continúa con esta exploración, mostrándote a ti mismo y a tu cuerpo la compasión durante todo el proceso. A medida que continúes en este viaje y te sintonices más con las necesidades y características únicas de tu cuerpo, se volverá más familiar y fortalecerás esa relación.

También, como recordatorio importante, esta relación está en constante evolución! Tu cuerpo cambiará a lo largo de tu vida y diferentes alimentos y formas de movimiento se sentirán diferentes en diferentes días, pero lo que puede permanecer consistente es tu compromiso de respetar a tu cuerpo y honrar sus necesidades únicas a lo largo de todos los cambios. 

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